Turquía ha enviado su primer cargamento de gas natural a la vecina Bulgaria, en el marco de un acuerdo para diversificar el suministro del sudeste de Europa, alejándolo de Rusia, y reforzar las credenciales de Ankara como centro neurálgico del combustible, según informa Bloomberg.

Según el informe, se enviaron unos 55 millones de metros cúbicos por gasoducto a través de la frontera, procedentes de un cargamento de gas natural licuado suministrado por el exportador estadounidense Cheniere Energy Inc.

Desde el periodo de la pandemia, Turquía está equilibrando sus lazos comerciales con Estados Unidos y Rusia mientras intenta convertirse en un centro de comercio y transporte de gas.

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