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Los límites del poder global de China

El Presidente de China, Xi Jinping. [Foto de KEVIN LAMARQUE/POOL/AFP vía Getty Images].

La ascensión de China ha sido tema de conversación en todo el mundo, gracias a sus impresionantes logros económicos, su ambiciosa Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y su intensa diplomacia en todo el mundo, abarcando desde el conflicto de Ucrania hasta África y el Golfo. Sin embargo, ¿hay algo más que contar en esta historia de la "China emergente"?

A pesar de sus puntos fuertes, a menudo se ignoran las importantes limitaciones de China. Por ejemplo, la falta de atractivo ideológico en la escena internacional y las disparidades militares con los Estados Unidos son obstáculos significativos a considerar.

La ideología importa

La importancia de la ideología en la influencia internacional no puede ser subestimada, especialmente cuando las potencias buscan resonar con personas de todas las condiciones. Estados Unidos ha utilizado sistemáticamente un léxico liberal para enmarcar sus intereses, incorporando valores como la libertad, los derechos humanos, la democracia y el libre mercado. Esta narrativa ha llevado a millones de personas a adherirse al modelo estadounidense en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial.

En contraste, la ideología oficial de China, que es el comunismo, ha sido vista como anatema por muchos. Aunque las referencias contemporáneas de China al marxismo y a su forma única de socialismo son más moderadas que durante la era maoísta, la base constitucional del "socialismo con características chinas" permanece intacta. Durante el Gobierno de Hu-Wen (2002-2013), se invirtió mucho en la revisión y reforma de la ideología del PCCh, introduciendo conceptos como la sociedad armoniosa y una perspectiva científica del desarrollo. Xi Jinping también ha tratado de infundir elementos culturales en su enfoque de gobierno, como se demuestra en sus frecuentes referencias a la civilización y la prosperidad común.

En su intento por apelar ideológicamente al mundo, China ha establecido los "cinco principios de coexistencia pacífica". Estos principios incluyen el respeto mutuo, la no agresión, la no injerencia, la igualdad y la coexistencia pacífica, que sustentan las interacciones de Pekín con otras naciones y fomentan unas relaciones armoniosas en el ámbito internacional. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, China enfrenta importantes limitaciones en la proyección de su ideología, como las disparidades militares con Estados Unidos y la falta de atractivo ideológico en la escena internacional.

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La estrategia de China para equipararse al dominio ideológico de Estados Unidos no se basa únicamente en la ideología. La inversión estratégica de millones de yuanes en zonas clave es otra de sus facetas, con el objetivo de aumentar el atractivo de su ideología y extender su influencia en el desarrollo internacional.

Aunque la "diplomacia de la trampa de la deuda" ha sido criticada, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) de China sigue siendo un instrumento poderoso para promover la idea de que el éxito económico se puede lograr mediante la gobernanza tradicional en lugar del capitalismo de libre mercado promovido por el liberalismo occidental.

Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el enfoque de China todavía no puede igualar la supremacía ideológica de Estados Unidos. Los países receptores están más interesados en los beneficios tangibles que les puede brindar la inversión, en lugar de la retórica ideológica. Además, la idea de libertad resuena con más fuerza en el corazón de la gente, lo que dificulta que la ideología china logre el mismo nivel de aceptación que la estadounidense.

Poder militar

A medida que China se consolida como una potencial superpotencia mundial, el mundo se mantiene expectante. La pregunta es si China será capaz de competir con la superioridad militar de Estados Unidos. En el año 2023, Washington muestra su poderío a través de un impresionante gasto de 797.000 millones de dólares en defensa, una cifra que empequeñece los 224.000 millones de dólares que invierte China. Sin embargo, la comparación no se reduce únicamente al gasto. Estados Unidos mantiene una presencia global dominante, gracias a sus bases militares y alianzas en todo el mundo, mientras que China concentra sus esfuerzos principalmente en la región Asia-Pacífico, enfocándose en la protección de sus intereses en el Mar de China Meridional y Taiwán.

EE.UU. presume de tener un ejército preparado para la guerra, conformado por 1,3 millones de efectivos en activo y 800.000 en la reserva, pero China cuenta con el mayor ejército permanente del mundo, integrado por más de dos millones de efectivos en activo y 510.000 en la reserva. Ambos países poseen armas nucleares disuasorias, pero la posible invasión de Taiwán proyectada por la Agencia Central de Inteligencia para 2027 agrega una capa de complejidad a esta comparación de alto riesgo.

Desde 1996, China ha realizado importantes inversiones en su fuerza aérea, pasando de estar en una posición desfavorable a una de superioridad. Sin embargo, estas cifras no reflejan completamente la situación en lo que respecta al poder naval. A pesar de que China tiene más barcos que Estados Unidos, esta ventaja numérica no se traduce necesariamente en una supremacía en el campo de batalla. La Armada estadounidense ha demostrado su ventaja en la letalidad distribuida, siendo experta en dispersar y desplazar fuerzas para evitar convertirse en un blanco fácil, al tiempo que mantiene ataques coordinados.

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En el escenario de Taiwán de alto riesgo, las estrategias A2/AD de China (antiacceso/negación de área) pueden representar un gran desafío, ya que utilizan antimisiles, submarinos, aviones y otros activos para limitar o negar la libertad operativa de la Marina estadounidense. Cada parte tiene diferentes estrategias y tecnologías, por lo que el resultado es incierto.

En el escenario de escalada, la distancia entre la China continental y Taiwán otorga al Ejército Popular de Liberación (EPL) una ventaja para acceder a la zona de conflicto más rápidamente que los militares estadounidenses. Sin embargo, a pesar de esta ventaja geográfica, la brecha en el poder militar global entre China y EE.UU. es significativa. China puede tener zonas limitadas de superioridad militar en las fases iniciales, pero esta ventaja disminuye a medida que la zona de conflicto se aleja del territorio continental chino y se acerca a territorios que los militares estadounidenses pueden acceder con mayor facilidad. El poder de represalia del ejército estadounidense cambiará las reglas del juego. Además, es igualmente importante tener en cuenta el papel fundamental de la capacidad de China para asegurar asociaciones estratégicas en el escenario de Taiwán de alto riesgo.

Desde la ideología hasta el poderío militar, el ascenso de China es una historia cautivadora de ambición y asertividad en contra del orden liberal liderado por Estados Unidos. La medida en que el sueño chino de Xi, combinado con el ascenso militar de Pekín, pueda superar el antiguo sueño estadounidense de liberalismo fortificado con una ventaja militar, sirve como una prueba de fuego para el ascenso de China y las limitaciones a las que se enfrenta en un futuro próximo.

Burak Elmalı es investigador adjunto en el Centro de Investigación TRT World.

Las opiniones expresadas en este artículo pertenecen al autor y no reflejan necesariamente la política editorial de Monitor de Oriente.

 

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Burak Elmalı es investigador adjunto en el Centro de Investigación de TRT World.

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