Un nuevo programa espía israelí, revelado la semana pasada por atacar a periodistas y políticos de la oposición en varios países, está cerrando, informó The Times of Israel.
QuaDream, fundada por un ex militar israelí y antiguo empleado de la empresa NSO, ha estado luchando con problemas financieros en los últimos meses, pero sufrió un colapso total, después de que un informe publicado por Citizen Lab, identificara las herramientas de hacking de la empresa israelí utilizadas contra organismos de defensa, figuras de la oposición y periodistas en 10 países.
Según Haaretz, los empleados fueron convocados ayer a una audiencia previa al despido. La plantilla se ha reducido a sólo dos personas para garantizar la seguridad del equipo restante, mientras la empresa pone a la venta su propiedad intelectual.
Citizen Lab, que vigila el uso indebido de los dispositivos electrónicos modernos, afirmó que, tras colocarse en el teléfono u ordenador personal del usuario, el programa espía QuaDream puede grabar llamadas y sonidos externos, tomar fotos de las cámaras y buscar en los archivos del dispositivo sin que el usuario lo sepa.
El programa también puede generar códigos de autenticación de dos factores, es decir, contraseñas y códigos de seguridad para garantizar el acceso continuo a las cuentas en la nube del propietario del dispositivo.
"Una vez que las infecciones de QuaDream se hicieron descubribles por métodos técnicos, surgió un previsible elenco de víctimas: la sociedad civil y los periodistas", afirma el informe de Citizen Lab.
Además, el software espía de QuaDream, conocido como Reign, incluye herramientas como "grabaciones de llamadas en tiempo real, activación de la cámara (frontal y trasera) y activación del micrófono", según un folleto de la empresa descubierto por Citizen Lab.
Añadía que el programa espía incluye una función de autodestrucción para ocultar su existencia anterior, una vez que no se está utilizando.
Citizen Lab identificó servidores en diez países que recibían datos de los dispositivos de las víctimas, entre ellos Israel, Singapur, México, Emiratos Árabes Unidos y Bulgaria.
Afirmó que la empresa QuaDream comercializaba el software espía que producía a clientes gubernamentales de Singapur, Arabia Saudí, México, Ghana, Indonesia, Marruecos y otros países.