El movimiento tunecino Ennahda anunció que su líder, Rached Ghannouchi, está siendo interrogado en el cuartel de la Guardia Nacional de El-Aouina, en la capital, sin la participación de su equipo de defensa, ya que no se les ha permitido asistir.
Mondher Laounisi, alto dirigente de Ennahda, afirmó que Ghannouchi está siendo objeto de una gran injusticia y que su detención es arbitraria.
El domicilio de Ghannouchi fue allanado anoche y fue trasladado al cuartel de El-Aouina por motivos desconocidos, según sus abogados. Sin embargo, una fuente del Ministerio del Interior confirmó que Ghannouchi había sido detenido con permiso de la Fiscalía por unas supuestas declaraciones incitadoras que había hecho.
El movimiento responsabilizó a la "autoridad de facto" de cualquier daño a la salud psicológica y física de Ghannouchi.
Riadh Chaibi, asesor político de Ennahda, declaró que la detención de Ghannouchi no disuadiría al partido de resistir e insistir en el derrocamiento de las autoridades golpistas.
"Tenemos más confianza en que saldremos victoriosos. La detención de Ghannouchi no impondrá ningún hecho consumado que nos haga abandonar nuestra oposición al golpe e infundir miedo en las filas de la oposición."
Una destacada figura del partido advirtió de que la detención de Ghannouchi complicaría aún más la situación y no resolvería los problemas.
Ghannouchi ha sido investigado en múltiples ocasiones en casos relacionados con "viajes al extranjero, el aparato secreto y blanqueo de dinero" y ha sido objeto de prohibición de viajar y congelación de activos sin que se le haya condenado.
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