El Sindicato de Médicos de Sudán ha advertido de que los servicios sanitarios están al borde del colapso, ya que 16 hospitales de todo el país están fuera de servicio, algunos tras haber sido bombardeados.
Desde el sábado se suceden los enfrentamientos en todo el país, ya que los dos generales al mando, el jefe del ejército, general Abdel Fattah Al-Burhan, y su adjunto, el comandante paramilitar, teniente general Mohamed Hamdan Dagalo, se han enfrentado tras una lucha por el poder que dura ya varios meses.
Los dos hombres discrepan sobre cómo debe integrarse la RSF, dirigida por Dagalo, en el ejército y qué autoridad debe supervisar el proceso. Esto afecta a la implementación del gobierno civil en Sudán tras el derrocamiento del dictador Omar Al-Bashir durante un levantamiento popular en 2019, que muchos creían que marcaría el comienzo de una nueva era de democracia.
Las Fuerzas Armadas Sudanesas de Al-Burhan y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Dagalo se han enzarzado en tiroteos, ataques de artillería y aéreos en una explosión de violencia que ha causado al menos 270 muertos y casi 2.000 heridos cuando el conflicto llega a su quinto día.
La esperanza de un alto el fuego duradero mediado por Estados Unidos se desmoronó al oírse intercambios de disparos y el sonido de aviones de combate a pesar de la tregua.
El vicepresidente del Sindicato de Médicos de Sudán declaró a Al Jazeera que varios de los principales hospitales universitarios de Jartum han sido blanco de los ataques de ambas facciones.
El lunes, una de las salas del Hospital Universitario de Jartum y el Hospital Universitario de Al-Shaab resultaron dañadas por los bombardeos. Ambos fueron cerrados.
LEER: El ejército sudanés afirma que los países vecinos suministran armas a la RSF
Algunos hospitales han sido evacuados debido a los intensos bombardeos, y el personal ha tenido que dejarlo todo, incluidos los niños en las incubadoras.
Los conductores de ambulancias han denunciado el secuestro de sus vehículos mientras transportaban pacientes a los hospitales. A medida que se intensifican los combates, el personal médico no puede desplazarse a los hospitales para atender a sus pacientes.
En un hospital murió un niño de seis años, mientras que en otro una sala de maternidad fue alcanzada por los bombardeos.
Otros han cerrado sus unidades de cuidados intensivos porque casi no hay oxígeno ni electricidad: "Hemos perdido a algunos pacientes y, si la guerra continúa durante más de 24 horas, los perderemos a todos", declaró a la BBC el Dr. Abdalla desde un hospital de Jartum.
"People have no where to go if they're injured. There is no safe route to the hospital. We have had to shut the ICU, there is no electricity. We have almost run out of oxygen. The ICU is no longer functioning... we've lost people" Dr Abdalla from a hospital in Khartoum #Sudan pic.twitter.com/q3sQEZpY9u
— Yalda Hakim (@BBCYaldaHakim) April 19, 2023
Los hospitales están desbordados y se enfrentan a una grave escasez de personal médico, anestesistas, suministros, alimentos, agua y combustible para los generadores.
Los hospitales que aún consiguen funcionar se están quedando sin suministros médicos ni combustible para sus generadores. También han informado de la escasez de sangre, oxígeno, equipos de transfusión y fluidos intravenosos, por lo que otros 16 hospitales corren el riesgo de cerrar en cualquier momento.
LEER: Egipto libera a un periodista de Al Jazeera
Los residentes afirman oír disparos desde sus casas y que escasean los alimentos y el agua.
I wish there was an answer . There isn’t. We’re all sitting here at the mercy of these two warmongers not knowing what tomorrow holds let alone the next few days weeks & months. We can all analyse but none of us know what’s going to happen next.
— dalliasd (@dalliasd) April 18, 2023
Los combates han agravado una crisis humanitaria ya existente, en la que un tercio de los 45 millones de habitantes del país se enfrenta a la inseguridad alimentaria.
Sudán tiene una de las tasas de desnutrición infantil más altas del mundo, con casi cuatro millones de niños menores de cinco años con desnutrición aguda.
La depreciación de la moneda sudanesa, la inflación, el impacto de la guerra en Ucrania y las secuelas de la pandemia de coronavirus han tenido un efecto nefasto en el país en los últimos años.
Ahora hay poca electricidad y agua y los bancos no funcionan.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU anunció la suspensión inmediata de todas sus operaciones en Sudán tras la muerte de tres empleados en el norte de Darfur.
El sábado, un avión gestionado por el PMA resultó dañado en un intercambio de disparos, por lo que no pudo transportar ayuda ni trabajadores humanitarios por el país.
Sudanese are incredibly courageous. Resistance Committees in Khartoum have started to organize mutual aid efforts to support each other while they are in the crossfire of war. The nonviolent people’s movement are also campaigning for #NoWar in #Sudan. Today is Day5 of fighting. pic.twitter.com/4pm8Xkezc9
— Michelle D'Arcy (@mishmishjuba) April 19, 2023
La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha declarado que es casi imposible prestar servicios humanitarios en las calles o en los hospitales debido a los combates, y ha pedido a los rivales militares que faciliten la realización de la labor humanitaria.
"People have no where to go if they're injured. There is no safe route to the hospital. We have had to shut the ICU, there is no electricity. We have almost run out of oxygen. The ICU is no longer functioning... we've lost people" Dr Abdalla from a hospital in Khartoum #Sudan pic.twitter.com/q3sQEZpY9u
— Yalda Hakim (@BBCYaldaHakim) April 19, 2023
Médicos Sin Fronteras ha declarado que sus equipos no pueden salir para acceder a suministros médicos y entregarlos a los hospitales.
Se han suspendido la mayoría de las operaciones humanitarias internacionales.
The reports out of Khartoum #Sudan are beyond harrowing. This is far more than violent clashes, this is the full blown collapse of a city and humanitarian disaster that is worsening at a sickening pace.
— Alan Boswell (@alanboswell) April 19, 2023