Dos refugiados sirios fueron detenidos y encarcelados por las autoridades del régimen sirio a su regreso forzoso al país desde Líbano, mientras las autoridades libanesas comenzaban la semana pasada a aplicar controvertidos planes de deportación.
Según el medio de comunicación Suwayda 24, las fuerzas de seguridad libanesas allanaron la residencia de los dos jóvenes -Nader Nader, de 31 años, e Ihab Nader, de 35- y los detuvieron junto con un grupo de otros sirios que vivían en la misma zona.
Según una fuente anónima de la familia Nader que habló con el medio, los hombres fueron detenidos durante varias horas antes de ser trasladados a un lugar cercano al paso fronterizo de Al-Masnaa. En cuestión de minutos, llegó una patrulla de los servicios de seguridad sirios y los detuvo, llevándolos a un centro de detención de la capital, Damasco. Otros dos hombres de la misma provincia de Sweida, en el sur de Siria, fueron puestos en libertad.
Al parecer, a los dos naders se les buscaba por el servicio militar de reserva -una causa habitual de arresto y detención de refugiados y retornados- y llevaban varios años viviendo en el municipio libanés de Qornayel, donde intentaban trabajar. Sin embargo, carecían de documentos legales de residencia, lo que los exponía a ser detenidos y expulsados por las autoridades libanesas.
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Según el medio de comunicación, los mediadores han intervenido e intentado conseguir la liberación de los dos hombres, y sus familiares habrían advertido de una escalada de la situación si no son liberados. Es probable que los familiares se vean obligados a pagar cuantiosos sobornos a funcionarios sirios o a las autoridades penitenciarias para conseguir su libertad, como suele ocurrir en lo que activistas y opositores al régimen han calificado de sistema de secuestro y extorsión mediante rescate.
La semana pasada, las autoridades libanesas comenzaron a deportar a decenas de refugiados sirios del país tras una redada masiva y su detención en las cárceles del país. Suwayda 24, citando a una fuente libanesa anónima con conocimiento del asunto, afirma que el ejército libanés ha detenido a más de 100 sirios desde principios de abril.
La medida parece ser la aplicación de los planes de deportación anunciados el año pasado, con la intención de devolver a Siria a 15.000 refugiados sirios cada mes.
A pesar de que las autoridades libanesas -así como las de otros países de la región y del mundo- afirman que Siria es ahora un país seguro porque la guerra civil ha remitido y el régimen de Bashar al Assad ha reconquistado la mayor parte del país, los servicios de seguridad sirios siguen vigilando, arrestando, deteniendo y torturando a los retornados.
Ese riesgo de sufrir daños, según grupos de derechos y activistas, hace que no sea seguro para los refugiados regresar a Siria, y especialmente a las zonas controladas por el régimen.