Una familia superviviente del terremoto vive en la misma tienda con su perro, que les avisó aullando justo antes de la catástrofe del 6 de febrero en Turquía, informa la agencia de noticias Anadolu.
Hatice Avci, que vive en el sur de la provincia de Kahramanmaras con su marido y su hija, mantiene con ella a su perro, Mihriban, que les despertó arañando y aullando hacia las 4 de la madrugada, 18 minutos antes del terremoto.
El perro se subió a una silla del balcón y empezó a aullar, según Avci.
En declaraciones a Anadolu, Avci señaló que Mihriban es normalmente un animal muy dócil y no ladra en absoluto.
"Cuando empezó a ponerse de mal humor (justo antes del terremoto), la recogí para no molestar a los vecinos. Salió corriendo al balcón y empezó a aullar de nuevo. La volví a meter dentro. Estaba malhumorada en mi regazo, se rascaba y quería salir", recuerda.
"Ahora estamos juntos en la tienda y ella se tumba en nuestro regazo. Los tres primeros días no comió nada, estaba muy asustada. Está cómoda en la tienda, pero muy gruñona cuando entra en nuestra casa derruida", dijo.
Avci, que se instaló con su familia en una ciudad de tiendas de campaña instalada en un complejo deportivo después de que su casa resultara gravemente dañada por los seísmos, trata a su perra Mihriban con guantes de seda.
El 6 de febrero, seísmos de magnitud 7,7 y 7,6 sacudieron numerosas provincias turcas, cobrándose más de 50.000 vidas.
Alrededor de 14 millones de personas en Turquía se han visto afectadas por los seísmos, así como muchas otras en el norte de Siria.