El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró ayer que las dos partes enfrentadas en Sudán deben negociar, ya que "la ingeniería geopolítica no servirá de nada", una alusión a la supuesta implicación de Estados Unidos en el país africano.
Durante una conferencia de prensa en las Naciones Unidas, Lavrov pidió a las partes enfrentadas de Sudán que recordaran cómo evolucionó el Estado sudanés, y culpó a Estados Unidos de dividir el país en un Estado del norte y otro del sur. Los estadounidenses deberían haber ayudado a los dos nuevos países a coexistir, desarrollar sus economías y garantizar el bienestar de sus ciudadanos, dijo, pero en lugar de ello, impusieron sanciones a sus líderes, añadió Lavrov.
"Yo recomendaría sacar las siguientes conclusiones de la actual crisis en Sudán: dejemos que las naciones africanas lo solucionen entre ellas", añadió.
A continuación, afirmó que las autoridades legítimas de Sudán tienen derecho a utilizar los servicios del grupo Wagner, una empresa militar privada respaldada por Moscú.
"La República Centroafricana y Mali, así como Sudán y otros países cuyos gobiernos, cuyas autoridades legítimas recurren a esos servicios, tienen derecho a hacerlo, no lo olvidemos", declaró Lavrov en una rueda de prensa en la sede de la ONU.
Wagner Group ha estado operando en Ucrania, Siria, Libia y algunos países africanos como Mali y la República Centroafricana.
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