Sólo su plena aplicación puede salvar del colapso el acuerdo sobre los cereales del Mar Negro, declaró el jueves el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, reafirmando el descontento de Moscú con un acuerdo que pretende evitar una crisis alimentaria mundial, informa Reuters.
El acuerdo, negociado por las Naciones Unidas y Turquía el pasado mes de julio, permite que el grano ucraniano atrapado por el conflicto se exporte de forma segura desde los puertos del país en el Mar Negro.
Pero Rusia ha repetido en varias ocasiones que no permitirá que el acuerdo se prorrogue más allá del 18 de mayo, a menos que Occidente elimine los obstáculos a las exportaciones rusas de cereales y fertilizantes.
"(El acuerdo) no es un buffet del que se pueda elegir", declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, en una rueda de prensa en Moscú, añadiendo que la aplicación del acuerdo, hasta la fecha, había sido insatisfactoria.
Rusia y Ucrania son grandes productores de cereales, pero Moscú afirma que no se están cumpliendo las partes del acuerdo que le permitirían exportar sus propios productos agrícolas a través del Mar Negro.
Aunque las exportaciones agrícolas rusas no se han visto explícitamente afectadas por las sanciones occidentales, Moscú afirma que las restricciones impuestas a sus industrias de pagos, logística y seguros -impuestas por sus acciones militares en Ucrania- han creado una barrera a la exportación de sus cereales y fertilizantes.
Una de las principales exigencias de Rusia en las negociaciones es la reconexión del Banco Agrícola Ruso (Rosselkhozbank) al sistema de pagos SWIFT.
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