Las facciones militares enfrentadas de Sudán acordaron el martes, en principio, un alto el fuego de siete días a partir del jueves, según anunció Sudán del Sur, mientras más ataques aéreos y tiroteos en la región de Jartum interrumpían la última tregua a corto plazo, informa Reuters.
Un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur, que se había ofrecido a mediar en el conflicto, señala que su presidente, Salva Kiir, subrayó la importancia de una tregua más larga y de nombrar enviados a las conversaciones de paz, a lo que ambas partes habían accedido.
La credibilidad del acuerdo de alto el fuego entre el jefe del ejército sudanés, general Abdel Fattah Al-Burhan, y el líder de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), general Mohamed Hamdan Dagalo, del que se informó entre el 4 y el 11 de mayo, no estaba clara, dadas las rampantes violaciones que socavaron anteriores acuerdos de entre 24 y 72 horas.
La guerra de Sudán ha obligado a 100.000 personas a huir a través de sus fronteras y los combates, que ya van por su tercera semana, están creando una crisis humanitaria, según declararon el martes funcionarios de la ONU.
El conflicto corre el riesgo de convertirse en una catástrofe de mayor envergadura, ya que los empobrecidos vecinos de Sudán se enfrentan a una crisis de refugiados y los enfrentamientos dificultan el suministro de ayuda en una nación donde dos tercios de la población ya dependen de algún tipo de asistencia exterior.
El presidente egipcio, Abdel-Fattah Al-Sisi, dijo que El Cairo apoyaría el diálogo entre las facciones rivales de Sudán, pero que también "tendría cuidado de no interferir en sus asuntos internos".
LEER: El ejército sudanés asistirá a las conversaciones con RSF en Arabia Saudí
"Toda la región podría verse afectada", dijo en una entrevista con un periódico japonés el martes, mientras un enviado del jefe del Ejército de Sudán, que lidera uno de los bandos enfrentados, se reunía con funcionarios egipcios en El Cairo.
Funcionarios de las Naciones Unidas habían dicho que el jefe de ayuda de la ONU, Martin Griffiths, tenía previsto visitar Sudán el martes, pero el momento aún estaba por confirmar.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU declaró el lunes que reanudaba su trabajo en las zonas más seguras del país, tras una pausa a principios del conflicto, en la que murió parte del personal del PMA.
"El riesgo es que no se trate sólo de una crisis en Sudán, sino de una crisis regional", declaró Michael Dunford, Director del PMA para África Oriental.
Los comandantes del ejército y de la RSF, que habían compartido el poder en el marco de una transición respaldada internacionalmente hacia unas elecciones libres y un gobierno civil, no han dado muestras de dar marcha atrás, pero ninguno de los dos parece capaz de asegurarse una victoria rápida.
Ello ha agravado el espectro de un conflicto prolongado que podría atraer a potencias exteriores.