Las autoridades egipcias han detenido a dos familiares varones y a tres amigos del ex parlamentario Ahmed Eltantawy, según declaró éste el jueves, poco antes de su anunciado regreso a casa con vistas a su candidatura a las elecciones presidenciales, informa Reuters.
Eltantawy confirmó a Reuters por teléfono desde Beirut que las detenciones se produjeron el martes, declinando dar más detalles. No fue posible contactar inmediatamente con portavoces del Ministerio del Interior egipcio para que hicieran comentarios.
Nabeh Elganadi, abogada de la organización independiente Iniciativa Egipcia por los Derechos Personales (EIPR, por sus siglas en inglés), dijo que al menos 10 familiares, amigos y simpatizantes de Eltantawy -entre ellos dos tíos- habían sido detenidos. Permanecerán detenidos durante 15 días para ser interrogados por la Fiscalía de Seguridad del Estado, acusados, entre otras cosas, de pertenecer a un grupo terrorista.
Eltantawy es el ex jefe del partido izquierdista Karama y, hasta 2020, fue un miembro destacado y relativamente independiente del Parlamento egipcio, fuertemente progubernamental.
Pasó los últimos meses en Beirut, donde dijo que estaba realizando estudios académicos para un doctorado.
En marzo anunció en Facebook que se presentaría a las elecciones presidenciales previstas para 2024 "para ofrecer una alternativa democrática civil".
También anunció su plan de regresar a Egipto durante la primera semana de mayo.
Cambio seguro
Eltantawy declaró a Reuters el mes pasado que tenía intención de presentarse a las elecciones aunque dudaba de que fueran libres y justas.
"Este es el camino hacia un cambio seguro, y quienquiera que cierre esta puerta en la cara de los ciudadanos les empuja a buscar otros caminos que el país no puede soportar", afirmó.
Las informaciones sobre las detenciones se producen cuando Egipto ha iniciado un diálogo político nacional que, según las autoridades, fomentará la expresión de opiniones diversas en un momento de aguda presión económica.
El diálogo es también una de las diversas medidas que parecen destinadas a contrarrestar las críticas al historial de Egipto en materia de derechos humanos tras una larga represión de la disidencia bajo la presidencia de Abdel Fattah Al-Sisi que, según grupos de derechos humanos, ha provocado decenas de miles de detenciones.
Sisi dirigió la destitución del primer presidente egipcio elegido democráticamente, Mohamed Morsi, de los Hermanos Musulmanes, en medio de las protestas de 2013.
Fue elegido con el 97% de los votos en las elecciones presidenciales de 2014 y 2018, antes de que su mandato se ampliara a seis años en virtud de enmiendas constitucionales.