El paradigma humanitario para los palestinos no funciona. Es necesario informar a la ONU sobre la situación, aunque esto suponga depositar cierta confianza en una institución que, en el pasado, ha demostrado un respeto limitado por los derechos humanos.
Desde hace varios años, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) ha estado advirtiendo de un déficit de financiación que afecta a su capacidad para prestar servicios. Recientemente, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) anunció que suspenderá la ayuda alimentaria a más de 200.000 palestinos de Gaza y Cisjordania ocupada debido a problemas de financiación. Esta decisión afectará al 60% de los palestinos cuyas necesidades alimentarias básicas son cubiertas por el PMA. Si no se consigue la financiación necesaria, el servicio se suspenderá por completo en agosto.
En su página web, el PMA ofrece una visión general de la inseguridad alimentaria entre los palestinos, pero no menciona a Israel. En cambio, se refiere a la "prolongada ocupación". Esta omisión es habitual en los organismos de la ONU que prestan servicios básicos a los palestinos. Sin embargo, es importante recordar que Palestina prosperaba antes de que la colonización sionista privara a los palestinos de su acceso a la tierra y los recursos.
El PMA también menciona el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 de la ONU, que busca erradicar el hambre en el mundo para 2030. Sin embargo, los objetivos están desconectados de la política que determina el hambre en el mundo. La ONU carece de credibilidad como organización cuando se nutre de la guerra y la violencia perpetuadas para sostenerse a expensas de las personas vulnerables, víctimas del colonialismo y otras formas de violencia. ¿Cómo puede la ONU duplicar la productividad agrícola en Palestina cuando Israel coloniza la tierra? El acceso seguro e igualitario a la tierra, como afirma la UNSDG2, es imposible cuando Israel apenas permite el acceso de los palestinos a lo que queda de territorio agrícola palestino. A pesar de que la violencia y destrucción de los colonos está bien documentada, la ONU no aborda el problema de raíz en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible.
El reciente anuncio del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de que suspenderá la ayuda alimentaria a más de 200.000 palestinos de Gaza y Cisjordania ocupada debido a problemas de financiación ha puesto de relieve, una vez más, la insuficiencia del paradigma humanitario para abordar la crisis en Palestina.
Sin embargo, el problema no es sólo financiero. La ONU y sus organismos, como el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (OOPS) y el PMA, siguen ignorando las causas profundas de la crisis, como la prolongada ocupación y colonización de Palestina por parte de Israel. En lugar de señalar a los responsables de la situación, la ONU se limita a hablar de "prolongada ocupación" y a ofrecer soluciones parciales que no abordan el problema de raíz.
Además, la ONU es cómplice de las violaciones de los derechos humanos en Palestina al permitir que Israel siga colonizando tierras palestinas y privando a los palestinos de sus derechos políticos. En lugar de abogar por el desmantelamiento del colonialismo israelí, la ONU manipula el paradigma humanitario para mantener a los palestinos en una situación precaria y dependiente de la ayuda internacional.
La solución a la crisis en Palestina no es simplemente aumentar la ayuda financiera, sino abordar las causas profundas y garantizar que los palestinos tengan acceso seguro e igualitario a la tierra y otros recursos básicos. La ONU debería asumir su responsabilidad y presionar a Israel para que ponga fin a su ocupación y colonización de Palestina en lugar de perpetuar la situación de dependencia humanitaria de los palestinos.
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