Las conversaciones de alto el fuego entre las partes enfrentadas en Sudán, mediadas por Arabia Saudí, no han logrado "avances importantes", según declaró el lunes a la AFP un diplomático saudí.
El comandante del ejército sudanés, teniente general Abdel Fattah Al-Burhan, y el jefe de las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), teniente general Muhammad Hamdan Dagalo (también conocido como Hemedti), enviaron representantes a Yedda para mantener conversaciones que tanto Washington como Riad han calificado de "iniciales".
"Un alto el fuego permanente no está sobre la mesa", dijo el diplomático. "Cada parte cree que puede ganar la batalla".
El ejército sudanés dijo previamente que su delegación en las negociaciones "sólo hablará del armisticio y de cómo aplicarlo adecuadamente para facilitar la llegada de ayuda humanitaria."
Los funcionarios sudaneses y saudíes proporcionaron poca información sobre el calendario o la duración de las conversaciones.
El Alto Comisionado de la ONU para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, llegó a Yeda el domingo para reunirse con representantes de las dos partes en conflicto, aunque su papel en las conversaciones aún no está claro. Un portavoz de Griffiths declaró que su intención es discutir cuestiones humanitarias relacionadas con Sudán. Un segundo funcionario de la ONU declaró ayer a la AFP que Griffiths había "solicitado unirse a las negociaciones", pero que su petición aún no había sido aprobada.
Desde el estallido de los combates el 15 de abril, se han anunciado varias treguas, pero se han incumplido. Los combates han causado cientos de muertos, lo que ha llevado a la comunidad internacional a advertir de una crisis humanitaria "catastrófica".
Arabia Saudí ha desempeñado un papel fundamental en la evacuación de ciudadanos extranjeros y otras personas de Sudán. El reino envió buques de guerra y otras embarcaciones para transportar a miles de civiles desde Puerto Sudán a través del Mar Rojo hasta Yeda.
La Agencia de Prensa Oficial Saudí informó el domingo de que el rey saudí Salman Bin Abdulaziz y el príncipe heredero Mohammed Bin Salman han ordenado al Centro de Ayuda Rey Salman que proporcione 100 millones de dólares en ayuda humanitaria a Sudán, así como que organice una campaña nacional de donaciones.
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