Dos periodistas turcos fueron puestos en libertad varias horas después de su detención por la policía alemana el miércoles, lo que provocó una disputa diplomática entre Ankara y Berlín, informa la agencia de noticias Anadolu.
Ismail Erel y Cemil Albay, periodistas de alto nivel que trabajan para el diario turco Daily Sabah, fueron detenidos a primera hora del día, después de que decenas de agentes de policía allanaran sus domicilios en Fráncfort. La policía se incautó también de sus teléfonos, ordenadores portátiles y dispositivos de almacenamiento electrónico.
Fatih Zingal, abogado que representa al periódico, ha declarado que, según las primeras informaciones, los dos periodistas fueron detenidos por denuncia de los seguidores de la Organización Terrorista Fetullah (FETO).
"Las autoridades alemanas podrían haber invitado a los periodistas y haberles dirigido sus preguntas sobre esta denuncia. En lugar de eso, los detuvieron y se incautaron de sus teléfonos móviles y ordenadores portátiles", ha declarado.
Zingal subrayó que Erel y Coronel son periodistas profesionales, y que su detención simplemente por su trabajo periodístico es totalmente inaceptable.
Las detenciones desencadenaron las protestas de las asociaciones locales de periodistas, mientras que el Ministerio de Asuntos Exteriores turco convocó al embajador alemán en Ankara, Jurgen Schulz, y exigió la inmediata puesta en libertad de los periodistas.
"La detención, hoy sin justificación, de la redacción del diario Daily Sabah en Francfort por la policía alemana es un acto de acoso e intimidación contra la prensa turca. Condenamos enérgicamente este acto atroz", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores turco en un comunicado.
"Alemania, que pretende dar lecciones al mundo sobre la libertad de prensa y la libertad de expresión, revela su doble moral", ha añadido.
El diario en lengua turca Daily Sabah ha cubierto ampliamente las actividades de FETO, que orquestó un intento de golpe de Estado derrotado en Turquía el 15 de julio de 2016, y ha recibido numerosas amenazas del grupo extremista.
La tolerancia del gobierno alemán hacia FETO y su reticencia a extraditar a Turquía a sospechosos clave, incluidos exgenerales, burócratas o fiscales implicados en la conspiración golpista de 2016, ha sido una de las principales fuentes de tensión entre Berlín y Ankara en los últimos años.
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