En la Asamblea del estado de Nueva York se ha presentado un proyecto de ley que impediría a las organizaciones benéficas registradas enviar decenas de millones de dólares al año para ayudar a financiar asentamientos ilegales israelíes en Cisjordania y los Territorios Palestinos ocupados.
Zohran Mamdani, miembro de la Asamblea del Estado de Nueva York, presentó esta semana el proyecto de ley titulado "¡no con nuestro dinero! Poner fin en Nueva York a la financiación de la violencia de los colonos israelíes", cuyo objetivo es prohibir que las donaciones deducibles de impuestos se utilicen para financiar los asentamientos ilegales israelíes y expulsar a los palestinos de su tierra natal.
En declaraciones al diario The Guardian, Mamdani afirmó que "esta legislación deja claro que Nueva York ya no subvencionará de forma efectiva crímenes de guerra y el incumplimiento del derecho internacional", en referencia al hecho de que la construcción de asentamientos judíos e israelíes en Cisjordania ocupada y Jerusalén Este es ilegal según el derecho internacional.
"Lo que tenemos es una serie de organizaciones benéficas registradas en el estado de Nueva York que están enviando al menos 60 millones de dólares al año a organizaciones israelíes de asentamientos que luego utilizan esa financiación para continuar con la historia de expulsión y desposesión de palestinos en los Territorios Ocupados que se ha prolongado durante décadas", afirmó.
Mamdani identificó algunas de esas organizaciones e instituciones benéficas con sede en Nueva York, como el Fondo Central de Israel, que afirma promover "causas benéficas en Israel" y financiar toda la "tierra de Israel", término que los sionistas utilizan para referirse no sólo al Estado israelí, sino también a los Territorios Palestinos Ocupados.
Al parecer, toda una red de organizaciones de colonos se beneficia de las donaciones distribuidas por el CFI, como el Israel Land Fund, responsable de la expulsión de familias palestinas de sus hogares para dar cabida a nuevos colonos judíos.
El miembro de la asamblea estatal también nombró a los Amigos de Ir David, otro grupo con sede en Estados Unidos que financia a Elad, una organización de colonos israelíes responsable de la expulsión forzosa de palestinos en su intento de "judaizar" la Jerusalén Oriental ocupada. "Estas organizaciones se hacen pasar por organizaciones benéficas mientras financian actividades ilegales", afirmó Mamdani.
Mamdani insistió en la necesidad de introducir legislación dirigida explícita y directamente a la financiación de Israel y sus asentamientos, afirmando que otras leyes que deberían dirigirse a ellos son desatendidas por esas organizaciones e ignoradas por Washington debido a la posición predominante de apoyo a Israel dentro de la política estadounidense.
"Hay una frase que crecí escuchando: PEP, progresista excepto Palestina", recordó Mamdani. "Veías cómo, una y otra vez, políticos que defendían creencias universales parecían encontrar siempre una excepción cuando se trataba de la cuestión de Israel y Palestina. Lo vemos tristemente en cómo se aplican nuestras leyes, en cómo se aplican nuestras políticas. Lo que hace esta legislación es enfrentarse a la realidad".
Si se aprueba, la legislación propuesta otorgaría esencialmente al fiscal general del Estado de Nueva York el poder de demandar a los grupos que financian los asentamientos ilegales, y también proporcionaría el derecho a reclamar daños y perjuicios en los tribunales estadounidenses a los palestinos que se vean perjudicados por las organizaciones de colonos financiadas por esas "organizaciones benéficas".
"Creo que será una larga lucha. No me hago ilusiones", dijo Mamdani, reconociendo que puede que no se apruebe esta vez. "Pero si nos fijamos en las actitudes de los estadounidenses hacia Palestina y hacia Israel, y concretamente en la cuestión de los asentamientos, está muy claro que ésta es también una lucha ampliamente popular".
En respuesta al proyecto de ley, 25 legisladores pro-Israel enviaron esta semana una carta conjunta condenándolo, alegando que sólo serviría para castigar a las organizaciones judías que proporcionan ayuda a los pobres, así como atención de emergencia a las víctimas del terrorismo. "Este proyecto de ley es una estratagema para demonizar a las organizaciones benéficas judías relacionadas con Israel. Sólo se ha presentado para enemistarse con los neoyorquinos proisraelíes y sembrar más divisiones en el seno del Partido Demócrata", declararon.
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