La Autoridad Palestina (AP) condenó enérgicamente el domingo la visita del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, al complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en la Jerusalén oriental ocupada, informa Anadolu.
El ministro ultraderechista había forzado su entrada en el lugar conflictivo a primera hora del domingo bajo protección policial israelí.
"Cualquier daño a la mezquita de Al Aqsa es jugar con fuego y arrastrará a la región a una guerra religiosa de consecuencias indeseables que afectarán a todos", declaró en un comunicado el portavoz de la Autoridad Palestina, Nabil Abu Rudeineh.
Subrayó que tales actos "no impondrán la soberanía israelí sobre el lugar".
El portavoz palestino apeló a la acción inmediata de Estados Unidos y de la comunidad internacional para mantener el statu quo en el complejo de Al-Aqsa.
El statu quo permite a los musulmanes rendir culto en el complejo de Al-Aqsa y a los seguidores de otras religiones visitar el lugar.
Desde 2003, Israel ha permitido a los colonos entrar en el complejo casi a diario, con la excepción de los viernes y sábados.
Para los musulmanes, Al-Aqsa representa el tercer lugar más sagrado del Islam. Los judíos llaman a la zona el Monte del Templo, ya que fue el emplazamiento de dos templos judíos en la antigüedad.
Israel ocupó Jerusalén Este, donde se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967.
En 1980 se anexionó toda la ciudad, en una decisión que nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional.
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