El Ministerio turco de Asuntos Exteriores condenó enérgicamente el asalto del ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, al complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Este ocupado, informa Anadolu.
"Condenamos enérgicamente el asalto a Al-Haram Al-Sharif el 21 de mayo por el ministro israelí de Seguridad Nacional bajo la protección de las fuerzas de seguridad israelíes en clara violación del derecho internacional", dijo el ministerio en una declaración escrita.
Al entrar en la zona de Haram al-Sharif a primera hora de la mañana con guardias especiales y bajo la protección de las fuerzas israelíes, Ben-Gvir reivindicó la propiedad israelí del complejo en un mensaje de vídeo desde el patio de la mezquita.
Ankara pidió a Israel que "actúe con responsabilidad y ponga fin a todo tipo de acciones provocadoras que violan el estatus histórico de Al-Haram Al-Sharif, basado en el derecho internacional".
"No es de ninguna manera aceptable que miembros del Gobierno israelí desafíen el estatus histórico de Al-Haram Al-Sharif de esta manera y cometan acciones incendiarias y fascistas", añadió el ministerio turco.
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Era la segunda vez que Ben-Gvir entraba en el complejo desde que asumió el cargo de ministro de Seguridad Nacional en el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu el pasado diciembre.
Ben-Gvir entró previamente en la mezquita de Al-Aqsa el 3 de enero, días después de asumir el cargo, y con esta acción se convirtió en el primer ministro israelí en funciones que entra en la mezquita en cinco años.
Ben-Gvir, que tiene opiniones de extrema derecha sobre los palestinos y ha pedido su desplazamiento, se ha unido en repetidas ocasiones a los colonos israelíes en el asalto al complejo de la mezquita de Al-Aqsa, en Jerusalén Este.
Para los musulmanes, Al-Aqsa es el tercer lugar más sagrado del mundo. Los judíos llaman a la zona el Monte del Templo, ya que en la antigüedad albergaba dos templos judíos.
Israel ocupó Jerusalén Este, donde se encuentra Al-Aqsa, durante la guerra árabe-israelí de 1967. En 1980 se anexionó toda la ciudad, en una medida nunca reconocida por la comunidad internacional.
El pasado noviembre, el presidente israelí Isaac Herzog advirtió en un audio filtrado que "el mundo entero está preocupado" por las opiniones de extrema derecha de Ben-Gvir.
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