La Confederación Europea de Sindicatos (CES), que representa a más de 45 millones de trabajadores europeos y a sus sindicatos, ha decidido hoy boicotear los productos fabricados en los asentamientos ilegales israelíes de los territorios palestinos ocupados.
La organización también subrayó la importancia de adoptar medidas reglamentarias para impedir que las personas jurídicas de la UE importen o exporten productos fabricados en asentamientos ilegales israelíes, de conformidad con los tratados de la UE y el Derecho internacional.
La decisión se tomó durante el 15º Congreso de la confederación, que se celebra hoy en la capital alemana, Berlín.
En su intervención, el Secretario General de la Federación Sindical Palestina, Shaher Saad, dio la bienvenida a los asistentes y llamó la atención sobre la difícil situación de los palestinos al señalar el número de muertos en lo que va de año, que ya alcanza los 172 palestinos.
"Israel se ha transformado por completo bajo la dirección del gobierno de extrema derecha en un hervidero e incubadora de racismo, terrorismo y violencia desenfrenada de los colonos", afirmó.
"El Estado ocupante mantiene recluidos a más de 4.900 presos, incluidas 31 presas, y 160 niños, entre ellos una menor de 18 años, además de 1.000 detenidos administrativos, entre ellos seis niños", añadió.
Según la agencia de noticias Wafa, la confederación hizo hincapié en la necesidad de alcanzar un acuerdo entre Israel y Palestina que conduzca a la aplicación de la solución de los dos Estados, con Jerusalén Este como capital de un Estado palestino y el establecimiento de una solución duradera que respete los derechos legítimos de ambos pueblos a coexistir en seguridad y paz.
Saad añadió en su discurso: "Muchos de los miembros de esta conferencia fueron testigos de algunos de los sufrimientos que padecen nuestros trabajadores y trabajadoras en los puestos de control militares y en el injusto mercado laboral israelí, y los invitados de los palestinos pasaron de visitantes a testigos presenciales de estos crímenes y violaciones, tras mostrar los necesarios sentimientos de solidaridad."
"Ya no hay dos personas en este mundo que no estén de acuerdo en que la ocupación extranjera de tierras ajenas es la calamidad de toda la humanidad y su peste negra", continuó.
"Si hay algo en la tierra que merezca condena, rechazo y denuncia, es la continuación de la ocupación israelí de Palestina, esa ocupación que paga a nuestro pueblo desarmado el coste de su existencia y brutalidad, y frena su desenfrenada lujuria por lamer la sangre de inocentes y quitarles la vida", añadió.
"Si esta comunidad internacional tuviera voluntad, habría llevado al Estado de ocupación israelí a la plataforma de la rendición de cuentas, tras su asesinato de la periodista Shireen Abu Akleh, y le habría impuesto las repulsivas penas que merece, ya que es un Estado canalla que sigue desviándose de la ley".
El Congreso de la CES se celebra cada cuatro años. Participan 93 sindicatos de 41 países europeos, así como diez federaciones sindicales europeas.
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