Un poeta egipcio encarcelado ha advertido de que mañana intensificará su huelga de hambre en protesta por su actual encarcelamiento.
Galal El-Behairy fue condenado a tres años de prisión por un tribunal militar en 2018 y en julio de 2021 se presentaron nuevos cargos inventados contra él.
Ha sido torturado y recluido en condiciones inhumanas.
El-Behairy inició una huelga de hambre el 5 de marzo y a principios de este mes dijo a PEN Internacional que la intensificaría el 1 de junio y se negaría a tomar líquidos.
PEN ha manifestado que cree que El-Behairy está detenido arbitrariamente por sus escritos, que son críticos con el régimen egipcio.
Cuatro años después de que el presidente Abdel Fattah Al-Sisi llegara al poder por votación, el 26 de febrero de 2018 El-Behairy escribió la letra de una canción balaha, un apodo despectivo dado al presidente.
Balaha es un dátil rojo y se utiliza para describir a las personas que se creen sabias pero no lo son.
"Oh, brillantes y morenos señores dátiles (balaha), por fin han pasado cuatro años en desgracia", decía la letra. "Demasiado tiempo hemos estado con esa cara de bobos".
La canción, cantada por Ramy Essam, ha recibido más de 7,3 millones de visitas en YouTube.
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Poco después del lanzamiento de la canción, el ministro de Cultura, Enas Abdel Dayem, denunció a El-Behairy por un libro de poemas, "Las mejores mujeres de la tierra", al que se refieren sus actuales acusaciones.
Ha sido criticado por presentadores de televisión que lo han tachado de espía extranjero y han pedido que se le retire la ciudadanía egipcia.
El 3 de marzo de ese mismo año, El-Behairy desapareció forzosamente durante una semana, en la que fue golpeado y torturado.
El escritor se enfrenta a una larga lista de cargos, entre ellos pertenencia a un grupo terrorista, difusión de noticias falsas, abuso de las redes sociales, blasfemia, desacato a la religión e insulto a los militares.
En Egipto se detiene arbitrariamente a unas 60.000 personas, reales o supuestas, que critican al gobierno. Se dictan largas condenas tras juicios en los que no se respetan las garantías procesales básicas y se tortura sistemáticamente a los detenidos.
La semana pasada, el Frente Egipcio para los Derechos Humanos registró que, en un periodo de nueve meses, los tribunales egipcios renovaron la prisión preventiva de más de 20.000 personas por cargos relacionados con el terrorismo y sólo dejaron en libertad a tres.
Egipto es uno de los cuatro principales verdugos del mundo, según un informe de Amnistía Internacional.
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