Una investigación israelí ha descubierto que el asesinato de tres guardias fronterizos israelíes en la frontera del Estado de ocupación con Egipto fue un ataque "planeado de antemano", según revelaron ayer los medios de comunicación israelíes.
El soldado egipcio, Mohammad Salah Ibrahim, de 22 años, "llevó a cabo un ataque planeado de antemano, ya que conocía muy bien la zona".
Según la cadena de noticias i24, el ejército de ocupación israelí cree que actuó solo, afirmando que, tras ser abatido, se descubrió que llevaba dos cuchillos de combate, un ejemplar del Sagrado Corán y seis cargadores para su fusil de asalto.
El Times of Israel informó de que el ejército israelí afirma que Ibrahim había planeado un ataque de mayor envergadura contra los soldados israelíes.
Israel y Egipto están trabajando en una investigación más profunda del incidente para determinar cómo pudo ocurrir un suceso así sin ser advertido.
Se trata del primer caso en el que un soldado israelí resulta herido o muerto a manos de un soldado egipcio en la última década, según Haaretz.
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