Continúan las tensas relaciones entre Marruecos y España, a pesar de los lazos relativamente cálidos de los últimos meses, entre otras cosas debido al reconocimiento por parte de Madrid de la iniciativa de autonomía propuesta por Marruecos para poner fin al contencioso del Sáhara Occidental, y a la recepción por parte del rey Mohammed VI del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez.
Sin embargo, Sánchez ha disuelto el Parlamento y convocado elecciones generales tras la derrota de su Partido Socialista Obrero Español en las elecciones locales y municipales. Además, el ministro español de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Luis Planas, ha decidido no renovar el acuerdo de pesca UE-Marruecos seis semanas antes de que finalice el actual.
"Aunque la puerta está abierta a negociaciones técnicas, las dos partes han acordado esperar a conocer la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que se dictará a finales de este año", citó la Cadena SER al ministro. El tribunal decidió en 2021 anular el acuerdo de pesca con Marruecos, basándose en un recurso presentado por el Frente Polisario, que mantiene una disputa con Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Dijo que el acuerdo impugnado seguiría en vigor durante un tiempo, dado que "su revocación inmediata tendría graves consecuencias para la labor exterior de la UE y plantea interrogantes sobre la seguridad jurídica de las obligaciones internacionales que ha contraído".
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Según el acuerdo, Marruecos permite a 128 barcos europeos faenar en sus aguas territoriales durante cuatro años, a cambio de 52,2 millones de euros de la UE. El protocolo firmado entre ambas partes en 2019 permitía a más de 128 pesqueros internacionales, entre ellos 93 registrados en España, faenar en aguas marroquíes.
Además, según informó el diario español El País, los Gobiernos de Madrid y Rabat se han comprometido ahora a evitar declaraciones públicas que cuestionen sus respectivas posiciones respecto a la soberanía sobre el Sáhara, en el caso de Marruecos, y las ciudades de Ceuta y Melilla, en el de España.
Así lo confirmó Sánchez al margen de su reunión con el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch. "Estamos comprometidos con el respeto mutuo, y evitaremos todo lo que pueda molestar a la otra parte en nuestros discursos y prácticas políticas y aplicadas, especialmente en lo que se refiere a nuestra soberanía".
La cuestión entre Marruecos y España sobre las ciudades enclave de Ceuta y Melilla se abrió de nuevo cuando Marruecos envió una carta de protesta a la Comisión Europea, porque ésta considera que tanto Ceuta como Melilla son territorio español, mientras que a juicio de Rabat son tierras marroquíes ocupadas por España. Madrid, por su parte, ha protestado porque Rabat califica las ciudades de marroquíes. Este es el "nuevo roce diplomático" entre ambos", según El País.
Ceuta y Melilla están en la costa norte marroquí. Junto con las de Jaafari y otras islas del Mediterráneo, están bajo administración española. Marruecos insiste en que son territorios marroquíes ocupados por España.