El investigador y activista de derechos humanos, Hassan Al-Sayeda, ha advertido de la crisis medioambiental y sanitaria que espera a los refugiados palestinos que viven cerca de la capital libanesa, Beirut, si el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA, por sus siglas en inglés) no aborda el problema de la recogida y eliminación de residuos.
Al-Sayeda, que trabaja para la Asociación Palestina para los Derechos Humanos (Witness), declaró ayer a Quds Press que los refugiados palestinos tienen derecho a vivir en un entorno sano y limpio, libre de enfermedades, y añadió que el Estado libanés tiene el deber de cumplir con sus responsabilidades hacia los refugiados.
Hizo hincapié en la necesidad de mejorar la cooperación entre el Estado, la UNRWA y las facciones palestinas, con el fin de fortalecer la firmeza del pueblo palestino en los campos de refugiados y asegurar los requisitos mínimos para una vida humana decente.
Según estimaciones de la ONU, hay unos 200.000 refugiados palestinos en Líbano que viven en 12 campos de refugiados y otras zonas residenciales del país.
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