El expresidente tunecino Moncef Marzouki ha indicado que el actual presidente Kais Saied ha aplicado en Túnez la misma estrategia que Abdel Fattah Al-Sisi contra el difunto presidente Mohamed Morsi en Egipto. Marzouki ha añadido que el Movimiento Ennahda tiene que mostrar fuerza para defender la revolución, del mismo modo que el Partido de la Justicia y el Desarrollo en Turquía.
En una entrevista exclusiva con Al-Quds Al-Arabi, Marzouki anunció: "Hay que situar la cuestión en su marco objetivo, la contrarrevolución ha frustrado por todos los medios -especialmente sus medios de comunicación- la gloriosa revolución y ha insultado a todas sus instituciones, incluido el Parlamento tunecino, al que también ha contribuido a insultar. Por lo tanto, no había gran razón para que un pueblo engañado por los medios de comunicación respaldara a un parlamento decepcionante, además de la estrategia maliciosa que Saied adoptó como discípulo de Al-Sisi, es decir, provocar un deterioro de la situación al máximo antes del golpe para que el pueblo lo viera como un salvador. Es el mismo método utilizado contra Morsi, pero como dice el proverbio francés: 'El que ríe el último, ríe mejor'."
"Frustraron nuestra revolución, pero aquí está su contrarrevolución experimentando la decepción. Es cuestión de tiempo que termine su insensata aventura contra el curso de la historia; la historia de la que Saied habla mucho, y él es el último en entenderla", criticó Marzouki.
En una entrevista anterior con Al-Quds Al-Arabi, el ex presidente del Parlamento, Rached Ghannouchi, consideró que los tunecinos perdieron la oportunidad de derrocar el "golpe" de Saied del mismo modo que Turquía.
Marzouki respondió: "el jeque Rachid -y el Movimiento Ennahda en general- tenía que mostrar fuerza defendiendo la revolución y anteponiendo los intereses de la revolución y del país a los intereses de Ennahda, por no hablar de conseguir gestionar los asuntos del país, como hizo el Partido de la Justicia y el Desarrollo turco. Y si eso hubiera ocurrido, el pueblo tunecino de entonces habría resistido sin duda como lo hizo el pueblo turco".
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Ajuste de cuentas en el seno de la familia Saied
Las autoridades tunecinas investigan actualmente a 25 personalidades políticas y de los medios de comunicación como parte de una red afiliada a la inteligencia francesa y que trabaja para derrocar el gobierno del presidente Saied.
Sin embargo, Marzouki cuestiona la versión oficial y cree que este asunto no va más allá: "Ajuste de cuentas entre las personas cercanas a la familia del usurpador (el presidente Saied), y me dan completamente igual. Los cálculos del presidente Emmanuel Macron también son erróneos, al igual que los del ex presidente Nicolas Sarkozy cuando su ministro de Asuntos Exteriores ofreció al ex presidente tunecino Zine El Abidine Ben Ali ayudar a sofocar la revolución."
Dentro de unos días, Túnez será testigo de la celebración de elecciones parlamentarias, que según algunos darán lugar a un parlamento "subordinado" al presidente Saied, mientras que otros creen que el próximo parlamento constituirá el núcleo de un conflicto tribal o de una guerra civil en el país.
"Nos enfrentamos a todas las alternativas a la revolución democrática, es decir, un populismo ruinoso, un presidente gracioso, una constitución graciosa, un parlamento gracioso y un pueblo que lamenta su suerte. Sin embargo, el consuelo es que el pueblo ve con sus propios ojos la realidad de la ilusión que creyó que era la solución a una democracia tambaleante y no le concedió tiempo para madurar y enmendar sus errores", añadió Marzouki.
En su comentario sobre la iniciativa lanzada para derrocar a Saied por Lotfi Mraihi, secretario general de la Unión Popular Republicana, Marzouki explicó: "yo fui el primero que exigió el fin del golpe y un juicio contra el usurpador. Esta es la única solución para salvar a Túnez del falso salvador, y en cuanto todas las fuerzas nacionales, no sólo los partidos políticos, se movilicen para adoptar y aplicar esta postura, salvaremos el tiempo perdido para un pueblo que ha perdido el tiempo suficiente para hacer frente a los grandes peligros que se ciernen en el horizonte de forma más grave que las nubes de tormenta."
Marzouki envió un mensaje a la Unión General Tunecina del Trabajo (UGTT) por su postura "contradictoria" ante las medidas del presidente Saied, en el que afirmaba: "toma posición, ¿estás con el fin del golpe, la vuelta a la Constitución de 2014 y la reanudación del curso revolucionario democrático pacífico? ¿O todavía tienes un rayo de ilusión sobre este hombre y su régimen que será derrocado pronto?".
Desde que Saied anunció sus "medidas excepcionales" el 25 de julio de 2021, la UGTT ha adoptado posturas que algunos consideran contradictorias. En un primer momento, alabó las medidas de Saied y las consideró el fin de la "década negra" (el periodo de gobierno de Ennahda), para más tarde entrar en una batalla "rompehuesos" con Saied y advertir de la vuelta del país a la dictadura, especialmente después de que Saied rechazara la iniciativa de diálogo nacional presentada por la UGTT.