El domingo, el presidente turco, Tayyip Erdogan, prometió llevar la paz y la seguridad a Irak y a zonas de Siria no controladas por Turquía, además de afirmar que las organizaciones terroristas de esas zonas serán eliminadas.
Turquía, que ha apoyado a varios grupos rebeldes de Siria, trabaja actualmente mano a mano con Rusia, que respalda al presidente sirio, Bashar al Assad, así como con Irán para llegar a una resolución política de la crisis.
De momento, ha llevado a cabo dos operaciones transfronterizas en su frontera con Siria y ha establecido una docena de puestos de observación militares en la región de Idlib.
El enclave de Idlib, al norte de Siria y controlado por los rebeldes, es un refugio para los civiles y rebeldes desplazados de otras zonas de Siria, además de para poderosas fuerzas yihadistas, pero ha sido atacado por una ola de ataques aéreos y bombardeos este mes.
Los ataques supusieron un posible preludio de una ofensiva a gran escala del gobierno sirio, que, según afirma Turquía, sería desastrosa.
Durante la conmemoración en la provincia sureste de Mus del aniversario de la Batalla de Manzikert de 1071, Erdgan prometió llevar la paz y la seguridad a Siria e Irak.
“No es una coincidencia que los únicos lugares de Siria en los que se ha establecido paz y seguridad estén controlados por Turquía. Si Dios quiere, estableceremos esta misma paz en otras partes de Siria. Si Dios quiere, llevaremos esta misma paz a Irak, donde hay organizaciones terroristas activas,” declaró.
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Erdogan también vinculó los conflictos regionales y la actual crisis monetaria en Turquía, que ha considerado como una “guerra económica”, con los intentos previos de invadir Anatolia, advirtiendo que esto podría provocar el colapso de las regiones de alrededor.
“Quienes buscan razones temporales para los problemas a los que nos hemos enfrentado últimamente se equivocan, y mucho. Los ataques que sufrimos a día de hoy (...) tienen hondas raíces,” dijo, añadiendo:
“No lo olvidéis, Anatolia es un muro, y su el muro cae, ya no habrá Oriente Medio, África, Asia Central, Balcanes o Cáucaso.”
La lira turca ha caído casi un 40% este año debido a las inquietudes de los inversores sobre el control de Erdogan sobre la política monetaria y a la presión ejercida por la disputa cada vez mayor con Estados Unidos.
Ankara ha acusado a Washington de atacar a Turquía utilizando el futuro de Andrew Brunson, un pastor estadounidense que está siendo juzgado en Turquía por cargos de terrorismo, los cuales niega.
“Entre nosotros hay algunos despistados que piensan que esto se trata de Tayyip Erdogan o del Partido AKP. No; se trata de Turquía,” dijo Erdogan.
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