El Cairo ha expresado recientemente su rechazo a la posición adoptada por la Comisión Europea respecto a las condenas a muerte dictadas por tribunales egipcios en el caso del "Desalojo de la Plaza de Rabia", y ha calificado esta posición como "un enfoque recurrente de posiciones no objetivas".
Anteriormente, la Comisión Europea había expresado en un comunicado emitido el pasado martes que "las condiciones en que se han celebrado estos juicios colectivos arrojan serias dudas sobre el respeto brindado a los obligados procesos legales y especialmente sobre el derecho de los acusados a recibir un juicio justo".
En respuesta, el ministerio de Asuntos Exteriores de Egipto ha dicho en un comunicado publicado en su sitio web que "las posiciones adoptadas por la Comisión Europea se pueden considerar un enfoque recurrente de posiciones no objetivas".
El comunicado acusa también a la Comisión Europea de “emitir juicios absolutos motivados por prejuicios y situarse al margen de los principios de respeto al estado de derecho y a las autoridades judiciales".
El Cairo asegura también que "las instituciones egipcias están decididas a continuar desarrollando todas sus funciones de acuerdo a lo garantizado por la Constitución y la ley".
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Así mismo, las autoridades subrayan el compromiso del país "con los principios de no injerencia en los asuntos internos de otros países en línea con la Carta de las Naciones Unidas, que es de obligado cumplimiento por todos los miembros de la comunidad internacional, incluida la Comisión Europea".
El sábado pasado, un tribunal egipcio condenó a muerte a un total de 75 acusados en el caso conocido como del "Desalojo de la Plaza de Rabia", hechos ocurridos en 2013. De los 75 acusados, 44 estaban presentes, y 31 fueron juzgados en ausencia.
Esta sentencia viene siendo desde entonces ampliamente criticada por organizaciones internacionales y locales de derechos humanos y por los partidos políticos de diversos países que ejercen el papel de mediador. Mientras, estas críticas han sido rechazadas por el régimen egipcio, que las considera “una intromisión inaceptable en el sistema judicial egipcio”.
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