Adil Abdul-Mahdi, jefe del gobierno provisional iraquí, discutió el martes con un enviado del gobierno alemán la decisión de Bagdad de retirar las fuerzas extranjeras del país.
Esto ocurrió durante la recepción de Abdul-Mahdi, en su oficina en Bagdad, el director político del Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, Philipp Ackermann, y el embajador de Berlín en Irak, Ole Diehl, según un comunicado emitido por el gobierno iraquí, que la Agencia Anadolu ha adquirido.
La declaración indicó que la reunión "discutió las relaciones entre los dos países y los desarrollos recientes en Irak y la región, además de formas de cooperación para lograr la estabilidad, reducir la tensión y eliminar la amenaza de guerra de la región y el mundo".
La declaración reveló que las dos partes intercambiaron "puntos de vista sobre la visión de Irak para el futuro y de la cooperación con su entorno árabe, regional e internacional, de una manera que preserve su seguridad y soberanía nacional, junto con la decisión de Irak de poner fin a la presencia de fuerzas extranjeras en su territorio, además de la voluntad de las autoridades iraquíes de mantener la cooperación para combatir el terrorismo, entrenar a las fuerzas iraquíes y combatir los restos del ISIS (Daesh) ".
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Alemania tiene unos 300 elementos militares, desplegados en dos bases, una cerca de Bagdad y la otra cerca de Erbil, la capital de la región de Kurdistán en el norte del país.
Alemania es parte de la coalición internacional contra Daesh.
El 5 de enero, el parlamento iraquí votó una resolución que llama al gobierno en Bagdad a poner fin a la presencia militar extranjera en el país. Por lo tanto, los parlamentarios kurdos y la mayoría de sus homólogos sunitas decidieron boicotear el esfuerzo parlamentario.
La decisión del parlamento se produjo tras el asesinato del comandante de la Fuerza Quds de Irán, Qassem Soleimani, y el líder de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí (PMF) Abu Mahdi Al-Muhandis, en un ataque aéreo estadounidense cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad el 3 de enero. .
Irán respondió el miércoles lanzando misiles balísticos en dos bases militares que albergan tropas estadounidenses, en el norte y oeste de Irak.
Los sunitas y los kurdos han rechazado la decisión de poner fin a la presencia de tropas extranjeras en Irak por temor a la futura intención de Irán de penetrar más en el país a través de sus facciones armadas leales y partidos chiítas, según la opinión de observadores informados.