Amnistía Internacional ha revelado que 220 organizaciones de la sociedad civil han anunciado un boicot a la reunión del G20 que se celebrará en Arabia Saudí en noviembre. La organización de derechos humanos dijo que grupos de la sociedad civil de todo el mundo han expresado su preocupación por la participación de las ONG en la cumbre.
Las organizaciones en cuestión se han comprometido a no participar en el proceso de este año, conocido como el Civil 20 (C20), que es una serie de reuniones dedicadas a los organismos de la sociedad civil dentro del G20. Respaldaron una declaración, emitida en enero, que decía que "en lugar de comprometerse con una verdadera reforma, el gobierno saudí está tratando de encubrir su pobre historial en materia de derechos humanos mediante la celebración de importantes eventos internacionales en el país". Como organizaciones líderes de la sociedad civil presentes en la mayoría de los países del mundo pero no en Arabia Saudí, no podemos participar en un proceso que busca dar legitimidad internacional a un país que no ofrece efectivamente espacio a la sociedad civil, y donde no se permite la voz de una sociedad civil independiente".
El Director de Política de Promoción e Investigación de Amnistía dijo que ya es hora de que las autoridades saudíes tomen medidas significativas para poner fin a "las detenciones arbitrarias, la tortura y los juicios injustos", y para acabar con el uso generalizado de la pena de muerte. "Esperamos", añadió Netsanet Belay, "que decenas de defensores de los derechos humanos y activistas de los derechos de la mujer que se encuentran entre rejas, como Waleed Abulkhair y Loujain Al-Hathloul, Raif Badawi, Samar Badawi y Nassima Al-Sadah, saquen fuerzas de esta acción solidaria de muchas organizaciones de todo el mundo con el fin de no permitir que se encubra el espantoso historial del Reino en materia de derechos humanos".
Belay subrayó que los grupos de la sociedad civil exigen la liberación inmediata e incondicional de los activistas detenidos para que puedan participar de manera significativa con su gobierno en la elaboración de leyes y políticas que estén en consonancia con los derechos humanos en el país y en el extranjero. "Esto incluye una revisión de la posición del G20".
Delia Ferreira Rubio, presidenta de Transparencia Internacional, insistió en que las organizaciones no participarán en un proceso que pretende "blanquear el espantoso historial de Arabia Saudí" en el ámbito de los derechos humanos y la sociedad civil independiente.
Por otra parte, el secretario general de CIVICUS señaló que las autoridades saudíes han hecho prácticamente imposible que los defensores de los derechos humanos y las organizaciones de la sociedad civil lleven a cabo su trabajo en el país. "Arabia Saudí", dijo, "no tolera la libertad de expresión, y muchos defensores de los derechos humanos y activistas están en prisión o en el exilio. Nos negamos a participar en la reunión de la sociedad civil del C20 dirigida por Arabia Saudita porque creemos que los activistas y las organizaciones independientes de la sociedad civil no podrán participar libremente en este proceso".
El Reino de Arabia Saudita es un aliado importante de los Estados Unidos en el actual enfrentamiento con Irán. El Reino se enfrentó a severas críticas de los países occidentales por el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado saudí de Estambul en 2018. Sigue siendo cuestionado por la detención de activistas de los derechos de la mujer y su papel principal en la devastadora guerra de Yemen.
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