El ejército sudanés negó ayer los informes de que estaba llevando a cabo un golpe de estado coincidiendo con el primer aniversario de la sentada del 6 de abril del año pasado.
El periódico londinense Asharq Al-Awsat citó a fuentes sudanesas de alto nivel que afirmaron que hubo movimientos de los leales al régimen del derrocado presidente Omar Al-Bashir para organizar un golpe militar que les devolviera al poder.
Sin embargo, en sus declaraciones, el portavoz de las Fuerzas Armadas Sudanesas, el general de brigada Amer Mohamed Al-Hassan, dijo a Anadolu: "No hay indicios de un posible golpe de estado, no hay detenciones, y las fuerzas armadas están operando con normalidad".
Añadió: "Todas las fuerzas se están organizando para contribuir eficazmente a la lucha contra la pandemia de la corona".
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Asharq Al-Awsat había informado de que las autoridades habían decidido "adoptar medidas de precaución que incluyen la detención y el fin de las licencias de oficiales y soldados, concedidas en relación con las razones de la pandemia del coronavirus, y la imposición de guardias pesadas en algunos lugares estratégicos y figuras prominentes".
Dijo que numerosas fuentes habían informado de intensos movimientos de elementos vinculados al régimen anterior.
El 6 de abril de 2019 comenzó una sentada frente al cuartel general del ejército en Jartum para exigir la dimisión de Al-Bashir; luego continuó presionando al consejo militar para que terminara y acelerara el traspaso de poder a los civiles.
El 21 de agosto de 2019, Sudán inició una fase de transición que durará 39 meses y que culminará con la celebración de elecciones.