Los Estados Unidos han impuesto sanciones a Turquía por la compra del sistema de defensa aérea ruso S-400, tras un deterioro gradual de las relaciones entre los dos aliados de la OTAN. Las sanciones incluyen las impuestas a la Presidencia de Industrias de Defensa de Turquía, a su jefe Ismail Demir, la agencia de adquisiciones militares de la nación, así como a otros tres altos funcionarios.
Las medidas incluyen la congelación de los activos que los cuatro funcionarios tienen en los Estados Unidos y también la prohibición de su entrada en el país. La prohibición de un número importante de licencias de exportación de material de defensa, préstamos y créditos forma parte de las sanciones.
"Estados Unidos dejó claro a Turquía al más alto nivel y en numerosas ocasiones que su compra del sistema S-400 pondría en peligro la seguridad de la tecnología y el personal militar estadounidense y proporcionaría fondos sustanciales al sector de la defensa de Rusia, así como el acceso de Rusia a las fuerzas armadas y la industria de defensa turcas", explicó ayer el Secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo. "Turquía, sin embargo, decidió seguir adelante con la adquisición y las pruebas del S-400, a pesar de la disponibilidad de sistemas alternativos, interoperables con la OTAN para satisfacer sus necesidades de defensa".
Pompeo instó a Turquía a resolver el problema del S-400 inmediatamente en coordinación con los Estados Unidos. "Turquía es un aliado valioso y un importante socio de seguridad regional para los Estados Unidos", insistió, "y tratamos de continuar nuestra historia de décadas de cooperación productiva en el sector de la defensa eliminando el obstáculo de la posesión del S-400 por parte de Turquía lo antes posible".
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La afirmación de que el sistema de defensa S-400 podría interferir con la seguridad de la OTAN ha sido rechazada repetidamente por Turquía. Ankara cita el hecho de que otros aliados de la OTAN como Grecia también poseen sistemas de defensa aérea rusos, aunque la versión más antigua el S-300.
En respuesta a las sanciones y a las observaciones de Pompeo, el Ministerio de Defensa de Turquía dijo que "el propio presidente Trump ha admitido en muchos casos que la adquisición de Turquía estaba justificada", porque los Estados Unidos se negaron a vender al país su propio sistema de defensa aérea Patriot, lo que obligó a Turquía a buscar en otra parte. El ministerio advirtió que Turquía "tomará represalias de la manera y en el momento que considere apropiado", e instó a los Estados Unidos a reconsiderar esta decisión "injusta".
Estas sanciones se han debatido y esperado durante el año pasado, pero se ha informado de que se han mantenido hasta ahora debido a las estrechas relaciones entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Se dice que han tenido conversaciones telefónicas regulares entre ellos en los últimos años.Durante ese tiempo, sin embargo, el Congreso de los EE.UU. bloqueaba en secreto los grandes negocios de armas con Turquía debido a la cuestión del S-400. Esto reveló la desconfianza generalizada de los políticos de Washington y los miembros de la administración Trump hacia Ankara.