El amargo regusto de la fallida oferta saudí para comprar el Newcastle United Football Club hizo que el propietario del club, el multimillonario británico Mike Ashley, votara en contra de un nuevo acuerdo televisivo de 500 millones de dólares entre la Premier League inglesa y beIN Sports, con sede en Qatar.
Todos los clubes de la primera división inglesa votaron a favor de renovar el acuerdo, excepto el Newcastle United, en lo que se describe como un gesto inútil contra el contrato entre Qatar y la Premier League. Sólo se necesitan 14 votos para aprobar cualquier medida, y el acuerdo con beIN fue aprobado por 19 a 1, informó el Financial Times.
La solitaria disidencia de Newcastle con el nuevo acuerdo, que verá el dinero compartido entre los 20 clubes miembros de la liga, viene después de que su propuesta de venta de 445 millones de dólares a un consorcio liderado por el fondo soberano de Arabia Saudita, controlado por el príncipe heredero Mohammad Bin Salman, se derrumbó a principios de este año.
Aunque hubo una fuerte oposición a la oferta de adquisición saudí por parte de los grupos de derechos humanos, se cree que el lobby de beIN inclinó la balanza en contra del acuerdo. La participación de Arabia Saudita en beoutQ, una red pirata de Internet que ha estado transmitiendo partidos de la Premier League - los derechos de transmisión de los que es propietaria la empresa con sede en Qatar - fue la principal fuente de controversia.
Nasser Al-Khelaifi, propietario de BeIN que también dirige el Club de Fútbol Paris Saint-Germain de Francia, fue reportado por el FT diciendo: "Este acuerdo demuestra que los titulares de los derechos y que más hacen para proteger su propiedad intelectual, también hacen más por proteger los valores de sus derechos mediáticos".
El director ejecutivo de la Premier League, Richard Masters, añadió: "Nos complace cerrar un importante acuerdo con beIN Sports, que es un socio histórico y valioso".
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