Un senador francés ha pedido al gobierno que permita el acceso de los argelinos a los archivos coloniales en Francia, pero sólo si hay un acceso recíproco de los investigadores franceses al archivo de la época colonial de Argelia. Esto último, insiste Stéphane Le Rudulier, no es fácil ahora, de ahí que pida la intervención del gobierno ante su homólogo argelino.
Le Rudulier lo puso de manifiesto en su correspondencia con el ministro francés de Asuntos Exteriores, Jean-Yves Le Drian. Añadió que esto podría empezar por conceder a los argelinos un visado de entrada en Francia, con el objetivo de servir a los intereses del pueblo francés por encima de todo.
El senador dijo que los archivos "robados" en Francia, como los describe el periódico argelino Eshorouk, deberían estar abiertos a los argelinos interesados, ya sea en línea o en la sede del archivo central de Aix-en-Provence. Entre los documentos en cuestión se encuentran algunos de la época colonial y del periodo otomano vinculados a la historia de Argelia que fueron incautados por los franceses meses antes de que el país norteafricano obtuviera su independencia.
El archivo argelino es uno de los temas conflictivos sobre los que las autoridades argelinas y francesas no han podido ponerse de acuerdo, ya que cada una considera los documentos de su propiedad. Para Argelia, el archivo es una cuestión de patrimonio argelino exclusivamente, una opinión respaldada por el derecho internacional, que obliga a los antiguos países coloniales a entregar los documentos y objetos confiscados a sus propietarios originales. Argelia ha amenazado recientemente con demandar a Francia ante los tribunales internacionales competentes si sigue negándose a cooperar en este sentido.
El trueque que el senador Le Rudulier sugirió abiertamente al gobierno francés e implícitamente a Argelia, se produjo tras el fracaso de una iniciativa francesa sobre la "memoria" colonial franco-argelina liderada por el presidente Emmanuel Macron en cooperación con su homólogo argelino, que se basaba en un informe elaborado por el historiador francés Benjamin Stora. Cuando se publicó, el informe fue recibido con una indignación generalizada en Argelia, rechazado tanto por el gobierno como por el pueblo.
LEER: Argelia libera a decenas de activistas tras un indulto presidencial