El primer ministro provisional del Líbano, Hassan Diab, amenazó el sábado con dejar de ejercer sus funciones para presionar a los políticos a formar un nuevo gobierno, citando un incidente en el que varios clientes se pelearon por leche en un supermercado, para ilustrar el lamentable estado de la economía del país, informa Reuters.
El gabinete de Diab dimitió tras la explosión del puerto de Beirut del 4 de agosto, que devastó amplias zonas de la capital. El primer ministro designado, Saad Al-Hariri, fue nombrado en octubre, pero desde entonces no ha podido formar un nuevo gabinete debido al bloqueo político entre él y el presidente Michel Aoun.
Una crisis financiera en curso, que estalló en 2019, ha acabado con los puestos de trabajo, ha suscitado advertencias de hambre en aumento y ha dejado a la gente sin sus depósitos bancarios. Un nuevo gabinete podría implementar las reformas necesarias para activar miles de millones de dólares de ayuda internacional.
"Si la reclusión ayuda a la formación del gabinete, entonces estoy dispuesto a recurrir a ella, aunque va en contra de mis convicciones porque perturba a todo el Estado y es perjudicial para los libaneses", dijo Diab en un discurso televisado.
"¿No constituye la lucha por la leche un incentivo suficiente para trascender las formalidades y limar asperezas para formar un gobierno?" dijo Diab refiriéndose al reciente incidente en un supermercado de Beirut en el que los compradores se pelearon por leche en polvo.
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Un vídeo de la trifulca se hizo viral en redes sociales, dejando a mucha gente conmocionada por el desesperado estado de la economía.
Grupos de manifestantes han quemado neumáticos para bloquear las carreteras de todo el país a diario desde que la moneda libanesa cayó a un nuevo mínimo el martes, enfureciendo a una población horrorizada desde hace tiempo por el colapso financiero del país.
El desplome de la libra libanesa, que cayó el martes a 10.000 por dólar, fue la gota que colmó el vaso para muchos que han visto cómo los precios de bienes de consumo como pañales y cereales casi se triplican desde que estalló la crisis financiera.
El sábado, los manifestantes protestaron frente a la asociación bancaria, exigiendo el acceso a sus ahorros, y luego se dirigieron al edificio del parlamento en el centro de Beirut para expresar su frustración por el deterioro de las condiciones económicas.
"Las condiciones sociales se están agravando, las condiciones financieras están sometiendo al país a una fuerte presión, las condiciones políticas son cada vez más complejas", añadió Diab en su discurso.
"El país se enfrenta a enormes desafíos que un gobierno normal no puede afrontar sin consenso político, así que ¿Cómo puede un gobierno provisional hacer frente a estos desafíos?"