El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, mantuvo el sábado su primera llamada telefónica con el presidente palestino, Mahmud Abbas, desde que asumió el cargo, en medio de intensos combates entre Israel y grupos militantes palestinos en la Franja de Gaza, informa Reuters.
Biden ha enviado a un enviado para intentar sofocar la violencia que ha matado a docenas de personas en Gaza y al menos a 10 en Israel, pero los esfuerzos de Estados Unidos, la región y la comunidad internacional aún no han dado señales de progreso.
Biden "subrayó la necesidad de que Hamás deje de lanzar cohetes contra Israel", y los dos hombres "expresaron su preocupación compartida por el hecho de que civiles inocentes, incluidos niños, hayan perdido trágicamente la vida en medio de la violencia actual", según un resumen de la llamada publicado por la Casa Blanca.
Biden también transmitió el "compromiso de Estados Unidos con el fortalecimiento de la asociación entre Estados Unidos y Palestina" y destacó la reciente decisión de su administración de restaurar la ayuda a Cisjordania y Gaza, ocupadas por Israel, que había sido recortada bajo el mandato del ex presidente Donald Trump.
Un resumen de la llamada publicado por la agencia oficial de noticias palestina WAFA dijo que Biden dijo que se opone al desalojo de palestinos de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, aunque el testimonio de la Casa Blanca sobre la conversación no mencionó el caso.
Un largo proceso judicial relacionado con los desalojos ha contribuido a avivar la tensión en la ciudad santa y a desencadenar los combates entre Israel y los militantes de Gaza.La Autoridad Palestina (AP) de Abbas tiene un autogobierno limitado en la Cisjordania ocupada, parte del territorio que Israel capturó, junto con Gaza y Jerusalén Este, en la guerra de Oriente Medio de 1967.
Pero la AP ejerce poca influencia sobre Gaza y sus gobernantes islamistas, Hamás, que se hizo con el control del enclave palestino en 2007 tras una sangrienta disputa con el partido Fatah de Abbas.
Estados Unidos considera a Hamás una organización terrorista y no habla con el grupo.
Algunos analistas afirman que Hamás parece ver la escalada con Israel como una oportunidad para marginar a Abbas y presentarse como el guardián de los palestinos en Jerusalén, en cuyo sector oriental buscan un futuro Estado.