Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Arabia Saudí han sido nombrados entre los países que están deportando a musulmanes uigur a China, lo que aumenta la preocupación por el creciente poder de Pekín, informa CNN.
Según la cadena de noticias, en Arabia Saudí entre 2018 y 2020, al menos un musulmán uigur fue supuestamente detenido y deportado después de realizar la peregrinación Umrah en las ciudades más sagradas del Islam. Otro fue detenido después de completar la peregrinación y se enfrenta a la deportación.
"Muchos de estos gobiernos no se preocupan por los derechos humanos", declaró a la CNN Maya Wang, investigadora principal sobre China de Human Rights Watch (HRW). "Son gobiernos no elegidos que persiguen a sus ciudadanos en sus países. No hay un verdadero estado de derecho y democracia cuando se trata de deportaciones de uigures".
En abril, un informe publicado por HRW puso de manifiesto los abusos contra los derechos humanos de los uigures.
El pasado mes de noviembre, un uigur que afirmaba haber sido obligado a delatar a sus compañeros uigures ante las autoridades chinas, quedó en estado grave en el hospital tras ser tiroteado en Estambul.
Los uigures, grupo étnico predominantemente musulmán de habla turca procedente principalmente de la región noroccidental china de Xinjiang, han sido objeto de persecución religiosa y étnica por parte de las autoridades chinas en los últimos años. Más de un millón de ellos han sido recluidos en campos de detención, según declaró Naciones Unidas el año pasado.
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