La policía alemana ha llevado a cabo hoy importantes redadas en todo el país en una operación para desarticular una red financiera sospechosa de blanquear millones a Turquía y Siria, en lo que constituye la última ofensiva en Europa contra la posible financiación encubierta de grupos militantes.
En la operación llevada a cabo por la policía de Düsseldorf -en la que participaron más de mil agentes de los tres estados de Renania del Norte-Westfalia, Baja Sajonia y Bremen durante la madrugada- se allanaron las sedes de personas relacionadas con la red y se detuvo a 11 personas, entre ellas un hombre sirio de 39 años acusado de pertenecer al grupo militante Frente al Nusra en el norte de Siria.
La red financiera que la policía tiene en el punto de mira es la conocida como "red hawala", que al parecer es una forma informal de servicios de transferencia de dinero en todo el mundo y muy popular entre las sociedades de mayoría musulmana, facilitada por una red de intermediarios del dinero que transfieren la riqueza de un lugar a otro.
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En este caso, según un comunicado de la policía, los individuos de esta "red hawala" blanqueaban dinero a través de actividades ilegales como la extorsión y el robo a mano armada, por lo que el volumen estimado de las transacciones realizadas por la red ronda los 140 millones de euros (162 millones de dólares) desde 2016.
Durante las redadas, la policía se incautó de objetos de valor por valor de más de 2 millones de euros (2,4 millones de dólares) como oro, joyas, coches de lujo y relojes. Según los informes, los individuos transferían la riqueza adquirida a Turquía y Siria para financiar redes criminales y grupos militantes.
La operación de la policía alemana es la última de las medidas adoptadas por Berlín y otros Estados europeos contra los métodos clandestinos de transferencia de dinero no regulados para financiar presuntamente a grupos militantes en los últimos años.
En mayo de este año, las autoridades alemanas también imputaron a un inmigrante por acusaciones de haber enviado fondos al grupo terrorista Daesh y, el año pasado, la policía francesa llevó a cabo una operación para detener a docenas de individuos sospechosos de financiar grupos a través de criptodivisas.