El multimillonario egipcio Naguib Sawiris ha advertido que la participación del gobierno en el sector privado crea una competencia "desleal" y un "campo de juego desigual".
"Las empresas de propiedad gubernamental o afiliadas al ejército no pagan impuestos ni aduanas. Por supuesto, nosotros no podemos hacerlo, así que la competencia es desleal desde el principio", dijo Sawiris a la AFP.
"El Estado debe ser un regulador de la actividad económica, no un propietario", dijo. Sawiris advirtió que el país no puede depender del "Estado para siempre" para mantener la economía a flote.
"Cuando veo a las empresas del gobierno (en la carrera), ni siquiera oferto porque no es un campo de juego igualitario", agregó Sawiris.
Desde que asumió el poder en 2014, el presidente Abdel Fattah Al-Sisi ha asignado grandes extensiones de terreno, sobre todo en la costa, para el desarrollo inmobiliario, turístico y agrícola. Estos terrenos se utilizan después para proyectos inmobiliarios para el ejército.
Se calcula que el ejército egipcio posee alrededor del 40% del PIB total de Egipto y es dueño de empresas de construcción, plantas de cemento, hoteles e invierte en sectores clave como el turismo.
En junio, Al-Sisi asignó a las fuerzas armadas dos áreas de tierra de propiedad estatal en Minya y Beni Suef para que pudieran ser utilizadas con fines agrícolas.
En 2019, el presidente emitió una resolución por la que asignaba al ejército 47 islas de propiedad estatal en el mar Rojo con el pretexto de que tenían una importancia militar estratégica.
Las islas se utilizaban con fines turísticos y eran famosos lugares de buceo y submarinismo.
Al mismo tiempo, las autoridades egipcias comenzaron a aplicar un decreto de 2016 por el que se asignaban dos kilómetros de terreno a ambos lados de las principales carreteras del Sinaí como propiedad del Ministerio de Defensa, lo que previsiblemente desplazaría a más del 80% de la población local.
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