El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha dictaminado este martes que Turquía actuó de forma ilegal al detener a más de 400 jueces y fiscales tras el fallido golpe de Estado de 2016 contra el presidente Recep Tayyip Erdogan, informa AFP.
En 2016, los militares turcos intentaron derrocar al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y a su líder, el presidente Recep Tayyip Erdogan. Aunque el golpe no tuvo éxito, fue el más sangriento de la historia de Turquía y su impacto aún puede sentirse con fuerza en el país, un año después.
El gobierno turco ha estado deteniendo a funcionarios públicos que tienen relaciones con el clérigo islámico afincado en Estados Unidos, Fethullah Gulen.
En marzo, las fuerzas de seguridad turcas también detuvieron a 203 soldados en operaciones a escala nacional por sus presuntos vínculos con el clérigo islámico afincado en Estados Unidos, Fethullah Gulen, que según Ankara estaba detrás del intento de golpe de Estado de 2016.
LEER: El conflicto entre Turquía y Grecia