El presidente de Túnez, Kais Saied, anunció el lunes el calendario de las medidas excepcionales que introdujo en julio. Dijo que las medidas terminarán a finales del próximo año. Añadió que el 25 de julio se celebrará un referéndum para examinar las "reformas constitucionales" preparadas por una comisión especial teniendo en cuenta los resultados de la consulta pública que se realizará por correo y en línea hasta el 20 de marzo.
El propósito, dijo el presidente, es permitir que el pueblo de Túnez exprese su opinión sobre la situación general del país. El Parlamento, añadió, permanecerá congelado hasta las elecciones del 17 de diciembre de 2022.
"Si es imposible que el pueblo, que es soberano, ejerza su jurisdicción bajo un texto en el que ya no se puede ejercer la soberanía, es necesario un nuevo texto", dijo Saied en un consejo de ministros antes de su intervención pública. "Las constituciones se elaboran y no son eternas. Si siguiéramos [a la oposición] en sus percepciones o en sus análisis, la Constitución de 1861 seguiría existiendo".
Explicó su convicción de que Túnez pasará de la desesperación a la esperanza y creará una nueva historia. "Sobre todo porque tenemos todos los recursos para lograr nuestros objetivos y vivir con dignidad a la luz del respeto a la voluntad del pueblo tunecino". También se refirió al proyecto de ley de reconciliación penal que, según confirmó, se redactará en las próximas semanas tras la aportación de un equipo de especialistas.
"Cada céntimo debe volver al pueblo tunecino; haremos que todos rindan cuentas según la ley sin oprimir a nadie. El poder judicial debe tener una cita con la historia para limpiar el país. Los que han saqueado el dinero de los tunecinos no tienen lugar en el Consejo Legislativo [parlamento] y no representarán al pueblo en el futuro."
En contra de lo que dicen sus críticos, Saied insistió en que las libertades están garantizadas en Túnez. "Los que creen que no van a rendir cuentas se equivocan. Trabajaremos para responder a las demandas de libertad, empleo y justicia del pueblo".
El sindicato tunecino y otras organizaciones y partidos nacionales han pedido al presidente Saied que fije un plazo para sus medidas excepcionales. La mayoría de los partidos también expresaron su oposición a la derogación total de la actual Constitución y su sustitución por un nuevo documento.
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