El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el miércoles que el problema de la seguridad alimentaria mundial no puede resolverse sin restablecer la producción agrícola ucraniana y la producción rusa de alimentos y fertilizantes en el mercado mundial, informa Reuters.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero ha aumentado la volatilidad de los mercados financieros, haciendo subir los precios de las materias primas y afectando a la logística, lo que podría hacer descarrilar la recuperación económica de la COVID-19 en muchos países, incluida Nigeria.
"Nuestro análisis indica que la guerra en Ucrania no hace más que empeorar las cosas, poniendo en marcha una crisis tridimensional que está devastando los sistemas alimentarios, energéticos y financieros mundiales de los países en desarrollo", dijo Guterres a los periodistas durante una primera visita a Abuja, la capital de Nigeria."Realmente no hay una verdadera solución al problema de la seguridad alimentaria mundial si no se recupera la producción agrícola de Ucrania y la producción de alimentos y fertilizantes de Rusia y Bielorrusia en los mercados mundiales a pesar de la guerra", dijo.
Guterres dijo que estaba decidido a facilitar el diálogo para ayudar a alcanzar esos objetivos.
Dijo que las Naciones Unidas habían solicitado 351 millones de dólares adicionales como parte de los 1.100 millones de dólares globales para el plan de respuesta humanitaria para Nigeria. El Presidente Muhammadu Buhari dijo que al continente le preocupaba que la atención prestada a Rusia y Ucrania pudiera desplazar otras cuestiones.
Nigeria tuvo que comprar suministros de emergencia de potasa canadiense en abril después de no poder importar el fertilizante clave de Rusia debido al impacto de las sanciones occidentales, dijo el jefe de la autoridad de inversión soberana nigeriana NSIA.
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El mes pasado, el Fondo Monetario Internacional afirmó que la invasión rusa de Ucrania había supuesto un nuevo "enorme impacto negativo" para el África subsahariana, haciendo subir los precios de los alimentos y la energía y poniendo a las personas más vulnerables en riesgo de pasar hambre.
La presión adicional se produce cuando muchos países todavía se tambalean por la prolongada pandemia de COVID-19.
"Tenemos que garantizar un flujo constante de alimentos y energías a través de los mercados abiertos, levantando todas las restricciones innecesarias a las exportaciones, dirigiendo los excedentes y las reservas a los necesitados y manteniendo el control de los precios de los alimentos para frenar la volatilidad del mercado", dijo Guterres.