- El problema no es que el extremismo esté instalado en Faluya y Al-Anbar, en Irak o en Al-Raqqa o en cualquier otra ciudad en Siria. En cambio, el problema es que las soluciones que se proponen no son serias, y siempre que haya extremismo sectario, intervención extranjera y asesinatos, entonces habrá contratiempos.