Este individuo parece estar sumido en el conflicto y en la crisis por el hecho de que los aliados y seguidores del golpe le hayan abandonado; lo único que le queda son los israelíes que también tienen miedo de la posibilidad de que sea derrocado pronto debido a su fracaso a la hora de gobernar Egipto.
Al contrario que en el caso de otras huelgas de hambre que han sido calificadas de actos individuales heroicos, el objetivo común que une a Yihad Islámica y al PFLP debería permitir que el foco de atención se desplazase del drama resultante hacia un análisis realizado con equidad y con respeto por la lucha palestina anticolonial en su conjunto.
La resistencia armada, a pesar de su legitimidad en la legislación internacional, ha sido alineada –hipócritamente- con el vocabulario del “terrorismo” por el que se inclina Israel, convirtiendo de esta manera a la AP en cómplice de esta alteración de la narrativa histórica palestina
Si hay algo que se pueda añadir, valdría la pena explorar las posibilidades lingüísticas y políticas que permitan una expresión universal y consistente, para ayudar al pueblo palestino en su recuperación del territorio a través del lenguaje y la memoria
En “El final de la Era Abbás”, Thrall escribe que “países árabes como Egipto, Catar y los EAU han suministrado apoyo financiero y político a los rivales de Abbás, incluyendo al antiguo hombre fuerte de Gaza, Mohammed Dahlan, ahora exiliado en Abu Dhabi".
“Los libios no se limitaron a luchar a través de las armas y a arriesgar sus vidas, también se expresaron a través del arte. Con una libertad personal recién encontrada, el graffiti callejero, la pintura y la música revolucionaria, todo ello experimentó un estallido”.