Fuentes del Ejército dijeron que 40 soldados y milicianos murieron y otros tantos resultaron heridos, entre ellos un oficial de muy alto nivel, en un ataque por sorpresa de Daesh contra Heit, en el oeste de la provincia de Al-Anbar.

De acuerdo con las ONG, cerca de 50.000 personas no tienen salida seguras de la ciudad y son propensos a caer bajo el fuego cruzado.

El ejército iraquí está llevando a cabo una operación militar para recuperar el control de Faluya de Daesh, que ocupa la ciudad desde 2014.

"A medida que la violencia sigue aumentando en Faluya y en todo Irak, estamos preocupados por la protección de los niños frente a la violencia extrema", dijo Hawkins.

El problema no es que el extremismo esté instalado en Faluya y Al-Anbar, en Irak o en Al-Raqqa o en cualquier otra ciudad en Siria. En cambio, el problema es que las soluciones que se proponen no son serias, y siempre que haya extremismo sectario, intervención extranjera y asesinatos, entonces habrá contratiempos.