El miércoles, militantes del Daesh hicieron explotar la Gran Mezquita Al-Nuri de Mosul y su famoso minarete inclinado, según ha declarado en un comunicado el ejército iraquí, mientras las fuerzas iraquíes trataban de expulsar al grupo del lugar.
Fue desde esta mezquita medieval donde, hace tres años, el líder de los radicales islamistas, Abu Bakr al-Baghdadi, declaró su autoproclamado califato, que abarcaba partes de Siria e Irak.
“Hacer estallar el minarete de Al-Habda y la mezquita de Al-Nuri equivale a un reconocimiento oficial de su derrota”, dijo el primer ministro iraquí en su página web.
Los iraquíes llamaban al minarete inclinado de 45 metros como Al-Habda (en árabe, “la jorobada”), y ha estado coronado por la bandera negra de Al-Baghdadi desde junio de 2014.
La agencia de noticias del Daesh Amaq acusó a las fuerzas aéreas americanas de destruir la mezquita, unas afirmaciones rápidamente rechazadas por la coalición estadounidense que lucha contra el grupo terrorista.
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“No atacamos en esa zona”, declaró por teléfono el portavoz de la coalición y miembro de las fuerzas aéreas de EE.UU, el coronel John Dorrian, a Reuters.
“La responsabilidad de esta destrucción recae sobre el ISIS”, declaró en un comunicado Joseph Martin, general del ejército estadounidense y comandante del componente terrestre de la coalición, utilizando un acrónimo para referirse al Daesh.
La oficina mediática del ejército iraquí distribuyó una fotografía aérea que parecía mostrar la mezquita y el minarete aplastados y reducidos a escombros entre las pequeñas casas de la Ciudad Antigua, el distrito histórico donde están sitiados los militantes.
Un vídeo en las redes sociales muestra el minarete derrumbándose verticalmente en un estruendo de arena y polvo, mientras una mujer se lamenta de fondo; “El minarete, el minarete, el minarete.”
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La mezquita fue destruida cuando las unidades de élite del Servicio de Contraterrorismo (CTS), que están intentando avanzar en la Ciudad Antigua de Mosul, se acercaron a menos de 50 metros, según un comunicado militar de Irak.
Un portavoz del ejército iraquí determinó la hora de la explosión a las 9:35 de la tarde (18:35 GMT).
“Es un crimen contra el pueblo de Mosul y de todo Irak, y es un ejemplo de por qué esta brutal organización ha de ser aniquilada”, dijo el general estadounidense Martin.
Las fuerzas iraquíes declararon previamente el miércoles que habían comenzado a avanzar hacia la mezquita.
“Esto no evitará que les expulsemos, no, que les matemos, no expulsarles, dentro de la Ciudad Antigua”, dijo en un vídeo el teniente general Abdul Ghani al-Assadi, comandante del CTS.
El martes, las fuerzas rodearon la fortaleza del grupo yihadista en la Ciudad Antigua, el último distrito de Mosul bajo el control del Daesh.
Baghdadi se autoproclamó el “califa” o gobernante de todos los musulmanes desde el púlpito de la mezquita el 4 de julio de 2014, después de que los insurgentes invadieran grandes zonas de Irak y Siria.
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Baghdadi se reveló a sí mismo ante el mundo por primera vez al dar su discurso desde la mezquita, y ese material es, hasta el día de hoy, el único vídeo de él como “califa”.
Los oficiales iraquíes habían expresado en privado su esperanza de recuperar la mezquita antes de Eid al-Fitr, ("La fiesta del desayuno") que marca el fin del Ramadán, el mes musulmán de ayuno. Este año, en Irak, el primer día del Eid cae el 25 o el 26 de junio.
“La batalla por la liberación de Mosul aún no ha terminado, y aún nos centramos en apoyar a las Fuerzas de Seguridad Iraquíes con ese objetivo en mente”, dijo Martin.
En efecto, la caída de Mosul marcaría el fin de la mitad iraquí del “califato”, aunque Daesh aún controla territorio al oeste y al sur de la ciudad, el más grande sobre el cual dominaban tanto Irak como Siria.
Baghdadi les ha dejado encargada la lucha en Mosul a los comandantes locales y se cree que está oculto en la zona fronteriza entre Irak y Siria, según fuentes militares de Irak y Estados Unidos.
La mezquita recibe su nombre de Nuruddin Al-Zanki, un noble que luchó en las primeras cruzadas en un feudo que cubría parte del territorio actual de Turquía, Siria e Irak. Fue construida en 1172-72, poco después de su muerte, y albergó una escuela islámica.